• 0
Close

Mirador Quilotoa Shalalá

Mirador Quilotoa Shalalá

Mirador Quilotoa Shalalá

quilotoa

Este proyecto inicia con el planteamiento de un reto conceptual que estructura la idea a través de la cual se genera el proyecto: ¿Qué cualidades puede tener un mirador para ser atractivo cuando todo el entorno ofrece, por sí solo, vistas interesantes? Esto se debe al hecho de que el proyecto se encuentra en el borde superior del cráter de un volcán activo que tiene un lago en su interior, que crea múltiples oportunidades de observación a lo largo de su entorno.

Debido a sus peculiaridades geográficas, el cráter del Quilotoa y su lago se han convertido en un sitio turístico de creciente popularidad en el Ecuador. Situado en los Andes, esta elevación es de 170 km al sur de Quito. Su altitud es de 3,974 metros sobre el nivel del mar, y el diámetro del cráter es de aproximadamente 3 km. Debido a los minerales presentes en el agua, el lago en el cráter tiene un color turquesa distintivo que es la característica principal de este sitio. El ecosistema de esta zona es un páramo andino, por lo tanto, su vegetación circundante incluye pastos bajos, arbustos y pequeños árboles endémicos. Todos estos elementos se suman para crear un paisaje de una belleza sobria.

Leer más/menos

La zona ha sido tradicionalmente habitada por poblaciones indígenas de la sierra ecuatoriana, que tienen una forma eminentemente agrícola de subsistencia. El asentamiento más cercano es Zumbahua; Sin embargo, algunas pequeñas comunidades dispersas viven más cerca del lago. Shalala es una de las comunidades que tienen lazos tradicionales con el volcán, y sus habitantes han comenzado un emprendimiento turístico para ofrecer un alojamiento, servicio de restaurante y visitas guiadas a los lugares de interés de la zona.

El Ministerio de Turismo del Ecuador respondió a la iniciativa de la comunidad, proporcionándoles infraestructura complementaria a sus instalaciones turísticas: un mirador en el borde superior del cráter y el sendero para conectar con la zona principal del complejo turístico. El Ministerio dirigido a apoyar el emprendimiento de la comunidad para ayudar a sus miembros a aumentar sus ingresos a través de su participación en la prestación de servicios turísticos.

El mirador está previsto para instalarse en el borde superior del cráter, su objetivo principal es crear una estructura que permite la observación ininterrumpida de los alrededores, donde los usuarios pueden llegar a la frontera del acantilado de manera segura. Sin embargo, el cuestionamiento que plantea este proyecto aparece cuando se compara el sitio elegido para el mirador con todo el borde del cráter, donde, desde cualquier sitio, se puede tener vistas parecidas. Por esto, el análisis se centra en qué más puede ofrecer el mirador para que sobresalga como un punto de interés en este entorno.

La respuesta que entrega este proyecto se basa en crear la oportunidad para el visitante de apreciar el lugar de maneras distintas a las que se podría tener desde cualquier otro punto de la caldera. Se potencializa la experiencia del usuario a través de la creación de un sitio prominente del borde del cráter en el que la sensación sea de flotar sobre el escenario natural, buscando, inclusive, que quien se sitúe en él sienta vértigo. Al mismo tiempo, se crea un sitio de descanso, relativamente protegido de los elementos, buscando que quien lo utilice tenga un momento de contemplación e introspección.

Esta búsqueda de experiencias para el usuario deviene en la creación de una estructura que se compone de una plataforma superior que se extiende mucho más allá del borde del cráter, y, debajo de ella, de un graderío que sigue la inclinación del declive natural creando la oportunidad de sentarse a contemplar el paisaje. Estos gestos arquitectónicos simples, pero claros, dan la oportunidad al visitante de encontrarse en situaciones diferentes a las que podría experimentar en el resto del volcán.

La sobriedad y magnificencia del paisaje, exigen que la respuesta arquitectónica sea también austera y que busque integrarse sin competir con el entorno. Una forma simple y una materialidad uniforme hacen que la pieza adquiera el mismo carácter del lugar. Todo el elemento se convierte en una unidad estructural de acero, y funciona en conjunto para mantener su integridad. El recubrimiento de la estructura con madera coloca a esta pieza arquitectónica dentro de la cromática y de las texturas del sitio. Los elementos de límite deben servir únicamente de protección y no deben limitar la visibilidad del entorno, por esto, se utiliza únicamente vidrios de seguridad en los bordes abiertos. El sendero que lleva al mirador se trata con bordes de piedra y relleno de grava, se busca marcar la ruta y crear una superficie transitable sin que esta intervención altere las cualidades naturales del entorno. Cada gesto en la intervención cuida de no alterar la armonía que existe en el sitio.

Desde la creación de este mirador, la actividad turística en la comunidad beneficiaria se ha dinamizado. Adicionalmente, los habitantes de Shalalá se han apropiado de la obra y se han comprometido a mantenerla en buen estado. Es un caso exitoso en el que los objetivos del Estado, de la comunidad y de los diseñadores han sido favorablemente cumplidos.

Proyecto: Mirador Quilotoa Shalalá

Diseño arquitectónico:
Jorge Javier Andrade Benítez
Javier Mera Luna
Daniel Moreno Flores.

Promotor:
Ministerio de Turismo del Ecuador

Colaboradores:
Manuel Galárraga
María Paz Villagómez
Diana Callejas
Christian Rea
Natalia Dueñas
Juan Carlos Cisneros
Andrés Llanos

Ubicación
Quilotoa, Shalalá, Zumbahua, Provincia de Cotopaxi, Ecuador